Karidópita, pastel de nueces griego. Reto Reposteras por Europa


Un mes más, nos toca preparar las maletas e irnos de viaje con el Reto Reposteras por Europa. Esta vez nuestro destino es nada más y nada menos que la República Helénica (osease Grecia). No he tenido el placer de conocer Grecia, pero he de confesar que es uno de los lugares a los que más me apetece ir. Coger un avión hasta allí, alquilar un coche y perderme entre tantos lugares fascinantes y llenos de historia.

Respecto a la gastronomía griega, os diré que conocía bastantes ingredientes (aceite de oliva, aceitunas, queso feta, cordero...) y platos típicos (moussaka, gyros, tzatziki...) pero todos salados, no tenía ni idea de la repostería griega. Me puse a buscar y descubrí en la biblioteca de mi barrio (sí, sigo visitando asiduamente las bibliotecas, me encanta ir a pasar el rato y perder el tiempo ojeando libros) un libro llamado Grecia: arte y tradición en una cocina salpicada por el Mediterráneo. A pesar del título extenso, es un libro de recetas con muy poquitas páginas, pero en él descubrí la receta que os traigo hoy: un pastel de nueces, llamado karidópita, que está buenísimo. La receta la seguí casi tal cual, aunque aumenté la cantidad de ingredientes porque me parecía que con la receta original iba a quedar una tarta minúscula. Y oye, ya que encendemos el horno, no vamos a quedarnos con hambre, ¿no? Pues ala, os digo los ingredientes, nos plantamos el delantal y a cocinar.


Para el pastel:
  • 90 gramos de mantequilla en pomada (blandita)
  • 90 gramos de azúcar blanco
  • 3 huevos
  • 90 gramos de harina
  • 130 gramos de nueces peladas en trocitos
  • Una cucharadita de canela
  • La ralladura de una naranja

Para el almíbar:
  • 60 ml de zumo de naranja
  • 60 ml de agua
  • 50 gramos de azúcar moreno


Comenzamos con el pastel. Ponemos en un bol la mantequilla y el azúcar y batimos con las varillas hasta que tengamos una crema homogénea. Añadimos los huevos uno a uno, batiendo hasta integrar el primero antes de añadir el siguiente.

Tamizamos la harina y la canela y las echamos en el bol anterior, y mezclamos suavemente hasta que no queden grumos. Por último, añadimos las nueces troceadas y la ralladura de naranja y batimos para repartirlas por toda la masa.

Vertemos la masa en un molde engrasado y horneamos (horno precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo) hasta que el pastel esté hecho, aproximadamente 25 o 30 minutos. Para comprobar que está en su punto, lo pinchamos con un palillo; si sale seco lo sacamos del horno, si sale húmedo lo dejamos unos minutos más.

Cuando el bizcocho lleve la mitad del tiempo en el horno, nos ponemos a hacer el almíbar para que esté listo cuando lo necesitemos. Ponemos en un bol el zumo, el agua y el azúcar en un azo y lo ponemos al fuego. Una vez rompa a hervir, bajamos un poco el fuego y cocinamos el almíbar cinco minutos. Nos interesa que quede un almíbar ligero, no demasido denso.

Cuando saquemos el bizcocho del horno, lo colocamos sobre una rejilla y lo pinchamos repetidas veces con un palillo. Con ayuda de una brocha, lo pintamos generosamente con el almíbar, y repetimos esta operación varas veces para que la torta coja todo el sabor. La receta dice que conviene dejar reposar el pastel unas horas después de emborracharlo, pero admito que en mi casa lo comimos nada más sacarlo del horno y hacer las fotos y estaba impresionante. ¡Impresionante! ¡Que aproveche!


Algunos consejos:
  • Sed generosos con el almíbar, le va muy bien a este pastel. Si os apetece, podéis darle un toque más alegre y añadirle un licor: ron, couintreau, brandy...
  • Yo he usado un molde redondo de 18 centímetros de diámetro y me ha quedado un pastel bajito (daos cuenta que además no lleva levadura y no sube nada) así que si vais a usar un molde más grande mi recomendación es que aumentéis las cantidades de los ingredientes.
  • La próxima vez que lo haga voy a echar algunas pasas o frutas desecadas a la masa, seguro que le queda muy bien.

Es una verdadera maravilla descubrir recetas tan ricas como este pastel de nueces. Queda súper jugoso, y a mi, que me pierden las nueces, me ha encantado. Ya os digo que voló el mismo día que lo hice... Os aseguro que volveré a hacer este karidópita más de una vez. Animaos vosotros también, seguro que os gusta tanto como a mí. Acordaos de mandarme una foto del resultado, me hace mucha ilusíon ver lo buenas que os quedan las recetas del blog. Por último, como siempre, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter e Instagram, teneís los enlaces jusnto aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!

Comentarios

  1. Ummmm!!!
    Me imagino lo riquísimo que tiene que estar con las nueces.
    Ideal para acompañarlo con un cafetito!!!
    Un besote y feliz puente

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  2. Con lo que me gustan las nueces seguro lo pruebo, me ha sorprendido mucho la pastelería griega, impresionante y muy natural. Besos

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    1. A mi también me ha sorprendido. La verdad es que no la conocía y me he quedado con ganas de hacer más de un postre!
      Un besote

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  3. Si no te importa :¿ Me pasas ese trocito? me ha encanado!! Un beso cariño

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  4. Respuestas
    1. Muchas gracias Carola! Todo un descubrimiento este karidópita ;-)
      Un besote

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  5. Riquísima propuesta!!

    Un besito,
    Begoña
    www.lospostresdemami.com

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  6. Que ricura de bizcocho...como estoy disfrutando con este paseo por la repostería griega...menudos dulces!!!
    Besos.

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    1. Me han quedado pendientes varios postres griegos!!
      Un besote

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  7. Se ve increíble, muchas gracias por la receta, lo haré seguro. Por favor, necesito una aclaración: ¿se emborracha aún caliente o hay que esperar a que enfríe un poco?

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    1. Carmen, conviene que estén calientes tanto el bizcocho como el almíbar. Te va a quedar estupendo!
      Un besote

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  8. ¡Te ha quedado espectacular! Espero que un día puedas visitar Grecia y disfrutar del país en persona porque merece mucho la pena

    ¡Besos mil!

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  9. Elena, se ven delicioso!! Quien cogiera ahora un cachito para merendar!!! Me encanta! un beso guapa!

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  10. Que suerte que sigas visitando las bibliotecas, tendríamos que seguir con tu ejemplo porque siempre hay tesoros que descubrir, y muestra es la tarta que nos traes. Buena aportación.

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  11. La cocina griega es típica mediterránea, muy rica y muy sana. Uno de los placeres de viajar es la gastronomía y si no se puede ir, pues qué mejor que hacerlo a través de los libros y sus recetas. Me encanta tu karidopita porque me apasionan las nueces y todos los frutos secos en general.
    Un besito :)

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